Los sonidos binaurales podrían ser buenos para cultivar el bienestar por la sencilla razón de constituir un ritual. Muchas personas han experimentado beneficios por el hecho de colocarse unos audífonos y escuchar estos sonidos para realizar alguna actividad (o para dejar de realizarla y relajarse). Pero para que esto funcione, la clave –como con cualquier otro ritual– se encuentra en la frecuencia con la que expones tus oídos a estos sonidos. 

Detrás de los sonidos binaurales se esconde un complejo proceso neuronal que reacciona a la electricidad que éstos producen. Todo el cerebro es estimulado por las frecuencias y la sincronía de estos sonidos y responde a ello, ya sea con reflejos o mediante un alto nivel cognitivo. La  propuesta  maneja la teoría de que estos sonidos bineurales,  funcionan con capacidades “computacionales” generadas por un tipo específico de actividad cerebral. Así, aunque la intuición parezca sólo funcionar en automático, es en realidad parte del complejo proceso eléctrico que ocurre en el cerebro.

Se trata de tonos o frecuencias específicas, diferenciadas por magnitudes pequeñas en cada oído. Por ejemplo, en un oído la frecuencia puede ser de 300Hz y en otro de 310Hz, lo que hace al cerebro producir un sonido tridimensional, o ilusorio, de 10Hz. Esto, nuestro cerebro lo crea a partir del estímulo y de intentar “sincronizarse” con las frecuencias a las que es expuesto. También porque el cerebro produce sus propias ondas, que tienen mayor impacto en nuestras vidas de lo que podríamos creer…

El poder de la electricidad y las frecuencias                                                                                     Nuestras casi 100 billones de neuronas son electricidad pura: células interconectadas que transmiten información y generan los impulsos eléctricos nerviosos. Lo que estés haciendo hace variar estas ondas eléctricas, lo cual significa que puedes estimular el cerebro más o menos a voluntad. Esto dependerá de la percepción que quieras generar en un momento dado y el estado de conciencia al que quieras llegar (pues las neuronas, movidas por estas ondas, también mandan sustancias a diversas partes del cerebro que cambian nuestro estado de animo).

De hecho, diversos estudios han utilizado precisamente las ondas cerebrales (que son cinco, y se categorizan mediante el alfabeto griego) para comprobar las bondades de los sonidos binaurales y su impacto en el cerebro. Las frecuencias de 4 a 7Hz, como puede verse mediante electroencefalogramas, generan ondas del tipo theta en el cerebro, asociadas al sueño lúcido y a estados de meditación profunda, como a los que llegan los monjes. Mientras que otras, por ejemplo las gamma, de 32 a 100Hz, se asocian con estados de alta cognición.

Realmente dependemos muchísimo de lo que pase alrededor de nuestro cuerpo. Por eso, los sonidos binaurales tienen un efecto innegable; que éste es realmente benéfico podemos comprobarlo empíricamente, entre sus beneficios se encuentran la estimulación de la memoria e incluso, el alivio del dolor crónico.